jueves, 5 de mayo de 2011

Multan a un colegio barcelonés con 32.769 euros por acoso escolar

El fallo considera probado el «bullying», que duró un curso y fue secundado por adultos

ESTHER ARMORA / BARCELONA
Día 16/04/2011
Después de casi tres años de intensa lucha y desgaste emocional y de más de 15.000 euros de gasto en trámites judiciales, los padres de Paula A. C., una menor que fue acosada durante más de un año por algunos compañeros en el colegio Joan Pelegrí de Barcelona, han tenido la primera satisfacción. Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 29 de la capital catalana condena al centro a pagar a la familia 32.769 euros de indemnización por no haber actuado pese a tener constancia de que la menor, que en aquel entonces tenía nueve años, estaba en una situación de continuo hostigamiento.

Paula y su padre creen que se ha hecho justicia
«Solo una batalla ganada»

El fallo llega apenas siete días después de que trascendiera una sentencia similar que condena a un centro de Madrid a pagar 40.000 euros a unos padres cuyo hijo fue también víctima de un prolongado acoso.
Albert, padre de la pequeña, expresa su satisfacción por este primer triunfo, aunque lamenta todo el proceso que han tenido que atravesar él y su familia. «Hemos ganado la batalla pero no la guerra», afirma en declaraciones a ABC. Junto a él, Paula, que tuvo que cambiar de centro por el acoso, dice sentirse más aliviada después de todo lo que le ha tocado vivir. «Aún no estoy bien, pero en mi nuevo colegio todos me apoyan», declara.
Su caso, que avanzó este diario en su edición del 27 de enero de 2010, es peculiar porque hubo hostigamiento y amenazas contra la menor dentro y fuera del recinto escolar y también porque el acoso lo realizaban menores y adultos. En concreto, según denuncia la familia, en más de una ocasión, la madre del principal acosador insultó a la pequeña y a su abuela por la calle. La sentencia avala el informe pericial que constata la «inestabilidad emocional» de la menor en el momento de los hechos y ratifica los indicios constatados por el Síndico catalán en un estudio anterior. El acoso comenzó en el curso 2007-2008 cuando un compañero empezó a insultarla y amenazarla sin motivos, incluso, según explica, «me arrojó con violencia a la piscina». Sus padres percibieron un preocupante cambio de actitud en su pequeña y decidieron hablar con el centro. Fue entonces cuando su tutora detuvo el acoso, aunque resurgió en el curso 2008-2009 y tuvieron que cambiarla de colegio. El centro condenado recurrirá el fallo.
Reflexión
Son muchos los casos de acoso escolar, y todavía hay numerosos centros que no le ponen freno a esta grave situación. Cantidad de niños de como Paula, sufren abusos por parte de sus compañeros hasta el punto de sufrir verdaderamente cada mañana pensando en asistir un día mas a la escuela.
No es justo que estos niños tengan que pasar por una situación como esta, una situación de desesperanza y soledad. El acoso escolar, ademas, puede causar numerosos efectos en los niños a largo plazo, tales como un gran descenso del amor propio y la confianza en uno mismo.
Esto o puede quedar así. Padres y maestros deben unir sus fuerzas para acabar el sufrimiento de muchos niños. Son muchas las asociaciones que ya luchan por esta causa. Una buena educacion es inprescidible para evirtar este tipo de abusos. Pero si estos ocurren  de  igual modo, se debe actuar enseguida antes que el problema pueda pasar a mayoras. Personalmente este es un tema que me produce mucha tristeza y  que pienso que es muy importante acabar con el problema lo antes posible, ya que es el futuro y la felicidad de muchos niños lo que esta en juego.

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